
Primero
aprendió de la Madre Tierra. Justo como el primer maestro de un niño
es su madre, la Madre Tierra le enseñó al shadak. Ella le enseñó
la lección del perdón. Puesto que, aunque el hombre apila montañas
de desperdicio y contaminación sobre la Madre Tierra, ella le da de
regreso alimentos y minerales valiosos sin los cuales el hombre no
podía sobrevivir. Él aprendió la lección de que a pesar de todo
el abuso, la crítica y la negatividad que recibía del mundo
exterior, él debía dar el beneficio de su poder espiritual, su
conocimiento del ser y su perdón bondadoso.
El
viento le enseñó a estar despegado. Constantemente, él debía
estar en movimiento para alcanzar a tantas almas maduras como fuera
posible. El viento es sutil, no es perceptible al ojo. Las maneras
del shadak deben ser sutiles, no un libro abierto para que todos
lean. Él debe ser un místico. Que viva en las profundidades del
espíritu, no en la superficie de la existencia.
El
cielo, el cual abarca todo, le enseñó a mantenerse puro e
inmaculado, y le enseñó la sutileza. Ya que el éter es el elemento
más sutil de los cinco elementos densos. De manera similar, el Ser
también es sutil. Las nubes del cielo únicamente aparecen para
colorearlo. En realidad, siempre es azul. La suciedad de esta vida
únicamente parece manchar el alma. En realidad, el alma nunca se
puede manchar por nada.
El
agua le enseñó a estar sereno y a ser compasivo con otros, y le
enseñó a lavar y a purificar a todos aquellos que se pusieran en
contacto con él. Así como el agua siempre está fluyendo, el sadhak
debe fluir y progresar continuamente, sin nunca estancarse.
El
fuego fue su quinto maestro. El fuego es brillante. Un sadhak debe
quemar con la iluminación espiritual para purificar los pecados y
las impurezas de la gente que llega a él. El fuego aleja el frío, y
proporciona calidez y calor. Así también el sadhak debe alejar el
miedo de la gente y el temor de la ignorancia, y darles el aliento y
el consuelo espiritual.
Él
se convirtió en el más grande de los maestros porque,
conscientemente, relacionó sus esencias inconscientes -la influencia
poderosa de sus cinco elementos- con esos cinco maestros del universo
correspondientes.
Hola Devi Kaur, que tallei este relato y me gustó muchisimo, es de tu autoría?
ResponderEliminarDianaB
Agradeceria que me lo conteste porque desearia usarlo en mis clases